Las Redes Sociales: ¿Un peligro para nuestros hijos?

Es de ciegos y sordos, por no decir necios, el negar la importancia que tienen hoy día las redes sociales, tanto para mayores (adultos) como para adolescentes y niños. Su presencia y utilización está tan extendida que para muchos se han convertido en un bien de primera necesidad, una adicción de la que que no se pueden desprender o prácticamente una religión que profesar, con la facilidad que para ello nos dan los teléfonos móviles.

La cuestión no es tanto si utilizarlas o no, sino cómo hacerlo, especialmente si hablamos de menores. Ya sabéis que todo lo que subamos a la red queda registrado en ella, perdiendo el control que podemos tener sobre un material sensible y que puede ser utilizado con otros fines a los que en su momento tuvimos cuando los compartimos con familia o amigos a través de Facebook, Instagram o Youtube, por citar algunas de las redes más conocidas. Ante ello, los expertos aconsejan tomar una serie de precauciones para evitar situaciones desagradables que no acertaremos a controlar y de las que ni tan siquiera podemos percatarnos hasta que pueda ser tarde.

La primera medida a tomar es hablar con los propios niños para hacerles comprender la situación. Ellos mismos serán el mejor filtro si logramos su compromiso y responsabilidad, lo que siempre no resulta fácil. Asimismo debemos tomar otras medidas básicas como no permitir que compartan fotos en situaciones comprometidas, ya que existe un principio universal a partir del cual nadie puede usar nuestra imagen sin nuestro consentimiento y si así lo hace debe responder, desde lo jurídico, por los daños causados.

En general las redes sociales proveen mecanismos para eliminar contenido; una foto que posteamos en Instagram o un comentario hecho en Twitter, por ejemplo.  Incluso Facebook proporciona mecanismos on line para denunciar este tipo de situaciones que son consideradas por sus moderadores Pero aunque el contenido desaparece de la vista de otros, siempre permanece en el servidor de la empresa que puede utilizar esa información en el universo del big data.

Pero más allá de las posibilidades que ofrecen las propias redes sociales la educación que les demos a nuestros hijos será fundamental para sensibilizarnos sobre los posibles peligros y lograr que sean responsables y conscientes de lo que suben a internet. Ahora bien, para ello los propios padres, los adultos, debemos aplicarnos y hacer que cunda el ejemplo. Nos referimos a la moda de compartir fotos de nuestros hijos en las redes. En este sentido, y respetando siempre la libertad de cada individuo, se recomienda prudencia con las imágenes que subimos de nuestros hijos así como no proporcionar información a terceros que permita individualizar sus costumbres, sus colegios y sus hábitos. Recordad que existen ‘cazadores’ de niños y adolescentes en línea. No se lo pongamos fácil.