¿Y si nuestro hijo coge la Gripe? Como tratar y aliviar los síntomas

Con la llegada del invierno, y especialmente tras las vacaciones de Navidad, suele aparecer en el horizonte el virus de la gripe. Prácticamente no falta nunca a su cita. Comienza a manifestarse progresivamente y el virus va contagiándose, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la población: niños y personas mayores.
Como hemos dicho, la gripe es un virus (y por tanto, no se cura con antibióticos). Ante los primeros síntomas, no debéis dudar en llevar a vuestros hijos al médico antes de optar por la automedicación. Tras acudir al facultativo, sí es cierto que además de seguir sus indicaciones podemos tomar algunas medidas para que nuestro hijo se sienta algo más aliviado, considerando que la gripe necesita reposo y unos días para ser superada, fundamentalmente.

Ante la congestión nasal, que es uno de los síntomas más frecuentes, están los aerosoles o gotas nasales de agua salada o soluciones salinas. Para los bebés se puede usar un succionador con pera de goma para extraer las gotas o el aerosol adicionales. También podemos colocar un humidificador de vapor frío (también conocido como vaporizador) en la habitación de nuestro hijo para ayudarle a mantener las secreciones nasales más húmedas y permitir que respire mejor. Acordaros de limpiar y secar el humidificador muy bien todos los días para evitar la contaminación con bacterias o moho.

Si hablamos de aliviar la tos, podemos optar como remedio casero por la miel (evitar con los niños menores de un año). Una cucharadita de miel para los niños de 6-11 años o dos cucharaditas, a partir de los 12, puede ayudar a detenerla momentáneamente. Recordad también que si le dais miel a vuestro hijo antes de que se acueste, debe cepillarse los dientes. También hay caramelos o pastillas para la tos, pero siempre a partir de cuatro año; nunca antes.

Los ungüentos mentolados también son un clásico, siempre y cuando el niño sea mayor de 2 años. Para suministrarlo habrá que frotar una capa gruesa en la piel sobre el pecho o parte delantera del cuello (área de la garganta). El calor del cuerpo ayuda a que el medicamento se disipe en el aire poco a poco. El niño respira este aire que lo ayuda a aliviar la tos para que pueda dormir. Después de usar el medicamento, poner el frasco con el medicamento fuera del alcance de los niños.

Ante cualquier duda o para el uso de medicamentos, conviene consultar antes y siempre con el médico o el farmacéutico, que son los profesionales que saben del tema y nos ayudarán. Paciencia, descanso, beber muchos líquidos y mucho cariño. Estos son los principales ingredientes para curarse de la gripe. Aunque si no la cogemos, casi que mejor.

Manualidades para niños de conejos de Pascua

Como estamos en Pascua, en el apartado de manualidades del blog de Xiquets.net os os proponemos que creéis suaves conejos de Pascua con bolas de porexpán y algodón. Y que lo hagáis con vuestros hijos. Los conejitos que fabriquéis podéis utilizaros para regalar, para decorar la casa, o simplemente para divertiros. ¿Comenzamos?

Material:

  • 2 bolas de porexpán
  • 1 huevo de porexpán
  • Goma eva
  • Alfileres
  • Ojitos de plástico
  • Plumas
  • Tijeras
  • Pistola de silicona
  • Laca de uñas

Instrucciones:

En primer lugar hay que pegar las dos bolas de porexpán entre sí y después impregnarlas con cola blanca para poder ir poniendo trocitos de algodón poco a poco. No olvides recortar el sobrante para que el pelo del conejito quede uniforme. A continuación pégale los ojitos de plástico y un trocito de algodón detrás a modo de colita.

Una vez acabes con ello, recorta dos triángulos de goma eva de distintos colores,  uno más grande que el otro. Pégalos entre sí por la base y después pasa un alfiler para poder pincharlo en la cabecita del conejo. Serán sus orejas. Si quieres darle un toque muy especial, pega unas plumitas en la base y recorta unos piececitos y una nariz de goma eva rosa.

Por último, sigue el mismo método utilizado para hacer también  unos cuantos huevos de Pascua. Ponlos en una caja, decora con plumas y… ¡A disfrutar!

Prepara en casa con tus hijos la Mona de Pascua

La Mona de Pascua es uno de los dulces más típicos de la Semana Santa. Probablemente el que más.  Y también la podemos preparar en casa, con ayuda de nuestros hijos y disfrutando de la cocina con ellos. Una forma de divertirnos, compartir tiempo con los pequeños y enseñarles tradiciones gastronómicas. Aquí va la receta:

Ingredientes:

500 gramos de harina

150 gramos de azúcar

25 gramos de azúcar granulado

4 huevos

130 gramos de manteca de cerdo

150 ml de leche

1 sobre de levadura en polvo

100 ml de agua

1 vaso de agua de azahar

1 huevo duro sin pelar o 1 huevo de chocolate

Elaboración:

El primer paso será poner 150 gramos de harina en un recipiente amplio y añadir la levadura, previamente diluida en un vaso de leche templada. Posteriormente se amasa la mezcla hasta conseguir una bola; haremos un corte en el centro y dejaremos reposar hasta que doble su volumen inicial.

Después se templa el agua en un cazo con el resto de la leche, el azúcar, la manteca de cerdo y el agua de azahar. En un recipiente liso se pone la harina en forma de volcán y se incorpora esta mezcla.

Se amasa y se añaden los huevos uno a uno hasta conseguir una masa compacta. Se une esta masa a la que se había dejado reposar previamente. Se tapa y se deja fermentar en un lugar templado durante 2 horas.

Cuando haya duplicado su volumen de nuevo, se amasa hasta formar una bola, se aplasta y se pone sobre una placa de horno engrasada. Se hace un hueco en el centro y se coloca un huevo crudo para que no se cierre. Se bate un huevo y se pincela la rosca.

Por último sólo quedará espolvorearlo con azúcar granulado y hornearlo durante 30 minutos. Servir frío y decorado con un huevo cocido o de chocolate en el centro.