¿Hiperpadres superprotectores?

¿Os consideráis padres superprotectores? ¿Creéis que exigís demasiado a vuestros hijos a los que atiborráis a actividades extraescolares durante el curso? ¿Los defendéis demasiado, posiblemente a ultranza, por tenerlos en una especia de altar? ¿Habéis oído hablar de la Hiperpaternidad? Se trata de un nuevo concepto que apareció en Estados Unidos hace ya algunos años con las nuevas generaciones de padres y que se está exportando a Europa.

Hablamos de nueva cultura de crianza, relacionada con padres sobreprotectores e ‘hiperhijos’ sin tiempo para jugar ni aburrirse ante el exceso de actividades extraescolares al que deben hacer frente. Una auténtica experta en este fenómeno es Eva Millet, una prestigiosa periodista y escritora especializa en temas de educación, que es autora entre otras del libro Hiperpaternidad.

Millet estará en Dénia el próximo jueves 5 de julio en el Centro Social de Dénia, en una interesante charla que ha organizado el colegio Paidos pero que está abierta a toda la población, siendo la entrada libre y gratuita. La cita será a las 18.30 horas. La comunicadora nos hablará de un un nuevo sistema de crianza que “crea jóvenes ansiosos, impacientes, dependientes, con miedos y baja tolerancia a la frustración, lo que se refleja en su aprendizaje y rendimiento académico”, explica Millet.

 

‘Hemos pasado de tener hijos mueble, a los que hacíamos poco caso, a tener hijos altar, a quienes veneramos», sostiene la periodista, que se refiere a  una nueva generación de padres sobreprotectores de unos hijos que se han convertido en el centro de las familias del siglo XXI. Millet sostiene que en este nuevo modelo de crianza «se importan las herramientas del trabajo, no se aceptan críticas y, además, existe una competencia brutal entre los padres, ya que los niños son signo de estatus”.

 

En su obra Eva Millet habla de cómo son los hiperpadres, que se caracterizan básicamente por prestar una «excesiva atención a los niños y practicar una perpetua supervisión» de todo lo que efectúan. Señala que los padres, «al resolver sistemáticamente los problemas a sus hijos, provocan que sean menos autónomos». Además, «los justifican continuamente y estimulan de forma precoz para convertirlos en superniños», lo que les resta tiempo para jugar. En este punto, Millet aboga por niños «que como máximo tengan tres tardes ocupadas, lo que ya es mucho». Respecto a la relación entre los padres y la escuela, la periodista especializada en educación considera positivo que los padres se impliquen en la escuela, «pero cada uno tiene que saber cuáles son sus límites».

Vacaciones de verano: ¿Cuántas horas dejamos a nuestro niño con los videojuegos?

Se acabó el cole. Finalizaron las clases y llega el momento tan ansiado por nuestros hijos. Momento para el descanso y muchas horas de tiempo libre. ¿A qué las dedican? Hay muchas actividades posibles, aunque sin duda parte de ellas las dedicarán a los videojuegos.

Ante esta realidad, se abren dos debates. El primero de ellos es: ¿Videojuegos sí o videojuegos no? La respuesta nos tan sencilla como podría parecer. Por un lado hay estudios que asocian estos dispositivos  con una mejor coordinación motora, una mayor rapidez mental y de procesamiento de la información así como una mejor memoria de trabajo, atención y motivación. Sin embargo, hay numerosos trabajos de investigación que señalan a los videojuegos como responsables directos o indirectos de problemas conductuales, violencia y un mayor riesgo de desarrollar adicciones.

El segundo punto de discusión es, dejando al margen la conveniencia o no, cuánto tiempo deben dedicar los niños a los videojuegos durante sus vacaciones.  Aquellos mismos estudios a los que nos acabamos de referir también dedicaban un apartado al tiempo de juego. En concreto, los que hablan de beneficios cognitivos y académicos puntualizan que éstos aparecen cuando sólo se les dedica una o dos horas como máximo al día. Cuando el tiempo aumenta esos mismos investigadores hablan de problemas conductuales, falta de habilidades sociales y trastornos de sueño.

Practicidad pero con precaución

Dejando de lado los estudios y buscando la practicidad, que es lo que os interesa a muchos padres durante unas vacaciones largas como las veraniegas, hay que ser sinceros: los videojuegos sirven para entretener a vuestros hijos, ya que es importante que se relajen y ocupen su tiempo libre. Hay que combinar diversión y entretenimiento con obligaciones y, bajo esta perspectiva, hay que reconocer que los videojuegos cumplen su papel. Pero no por ello debemos darles carta blanca, ni en el tiempo ni en los contenidos.

Evitar que la temática de los juegos contenga violencia o un exceso de la misma es esencial. Como también la forma de comportarse de los niños durante el juego, desde el vocabulario que utilizan hasta sus reacciones, pasando por la forma de socializarse con compañeros o rivales ante la pantalla.

No menos importante es controlar el tiempo de juego. Lo mejor es fijar unas normas desde el principio y que tanto nosotros como ellos las cumplan, con penalizaciones en caso de no hacerlo así para demostrar que el cumplimiento de estas reglas es importante. Jugar con ellos también es otra fórmula para poder filtrar los contenidos y asegurarnos que se cumplan los tiempos estipulados.

Cómo cuidar a mi bebé en verano

El verano ya está aquí y llegó para quedarse. Buen tiempo, días largos, temperaturas altas, sol, calor, la playa, la piscina…todo perfecto para los mayores y no tan mayores. Pero también condiciones diferentes para nuestros bebés, con los que debemos tomar una serie de precauciones para evitar problemas. Desde la web de Xiquets.net, la revista para las familias de La Marina, os hacemos llegar una serie de consejos que os pueden ayudar:

-Hidratación: Es conveniente y necesario mantener a nuestro bebé continuamente hidratado, dado que la proporción de agua en su cuerpo es mayor y su equilibrio más débil. Una excesiva pérdida de líquidos puede tener graves consecuencias para su organismo, es por ello que hay que tener especial precaución en verano.

Si toma pecho no hace falta darle agua, pero es recomendable aumentar la frecuencia de las tomas. Si toma biberón habría que ofrecerle agua mineral para reforzar las tomas. Otras recomendaciones a seguir son:

  • Mantener su piel hidratada
  • Vestirlo con ropa fresquita
  • Cubrirle la cabeza,
  • No exponerlo al sol durante las horas centrales del día.

-Más seguridad: Como hemos dicho, en verano es frecuente que vayamos a la playa o a la piscina. Recordad que siempre que hay agua y niños, toda precaución es poca ya que el riesgo de ahogamientos en verano es muy alto. Por tanto, los bebés no deben quedar sin vigilancia ni por un segundo. Por eso, si vais a la playa o a sitios con mucha gente es conveniente colocarles una pulsera de seguridad con el número de teléfono de los padres.

-Protección solar: La piel del bebé es extremadamente sensible a las radiaciones solares. Es imprescindible protegerlo del sol con sombreros, gafas de sol para evitar problemas oculares, ropa transpirable y por supuesto, crema con factor de protección solar. Debe usarse el fotoprotector más adecuado para su tipo de piel, siendo el recomendado para los bebés una protección no menor de FPS 20 e idealmente de 40 o 50.

Tan importante como elegir la protección solar más adecuada es aplicar correctamente la crema solar al bebé, siempre 30 minutos antes de la exposición al sol y evitando las horas de sol más directo.

Leer en papel y con ilustraciones, lo mejor para  el desarrollo cognitivo de los niños

En un mundo como el nuestro donde el poder de la imagen en tan grande y en el que las nuevas tecnologías lo copan todo, se ha vuelto a reivindicar la importancia de la lectura de libros ilustrados, los de siempre, por encima de aquellos que incorporan audio o animaciones en formato digital.

Lo ha hecho la American Academy of Pediatrics (AAP), una institución mundial de primer orden, que recomienda a los padres que comiencen a leerles a sus hijos tan pronto como sea posible -incluso justo después del nacimiento- y que limiten el uso de los medios de comunicación sobre pantallas, decantándose claramente por los libros de siempre, aquellos con texto e ilustraciones sobre formato de papel.

Una nueva investigación sobre el desarrollo del cerebro muestra que los libros de aplicaciones pueden ser incluso menos efectivos que simplemente leer a un niño un libro en voz alta. Los primeros informes del estudio, que se presentará en una próxima reunión de Pediatric Academic Societies, concluye que los cuentos ilustrados pueden proporcionar una estimulación cerebral óptima en comparación con los cuentos animados y de audio.

Para llevarlo a cabo se presentaron a  27 niños tres historias diferentes de cinco minutos del mismo autor en diferentes formatos (audio, ilustrado y animado). Usando imágenes de resonancia magnética funcional, se observaron que áreas del cerebro se activaban durante cada una de ellas.

Los cerebros de los niños se activan de manera diferente en los lectores emergentes dependiendo de cómo se les suministre el contenido. El audio sólo, genera poca activación cerebral, lo que significa que tocar un audiolibro o leer sin dejar que el niño lo vea o sostenga no es muy efectivo. Lo contrario, es decir, un libro de animación sobre pantalla deja al niño con muy poco que hacer en términos de activar su cerebro para entender el contenido. El método, por tanto, es leerle mientras se le muestran las ilustraciones estáticas, lo que implica una mayor interacción en el cerebro y se desarrolla una mayor conexión con el contenido.

Por tanto, el audio sólo puede ser demasiado frío a esta edad, requiriendo más esfuerzo cognitivo para procesar la historia; y la animación puede inhibir la imaginación, haciendo que esta sea menos necesaria, lo que debilita la reflexión activa.

Así pues los expertos determinan que la ilustración clásica de los libros impresos proporciona el equilibrio adecuado para estimular la imaginación y la reflexión.

Energía para la recta final del curso

Encaramos la recta final del curso escolar. Niños y también padres llegan agotados a estas alturas del año, deseosos de alcanzar cuanto antes las vacaciones estivales, tras meses de estudios, clases, madrugones, deberes, actividades, extraescolares, etc…a lo que se suma la llegada de buen tiempo y del calor, con temperaturas que invitan a todo menos a estudiar. No obstante, es necesario recargar pilas y afrontar estas últimas semanas con energía renovada para terminar el curso escolar de la mejor forma, superando posibles obstáculos y alcanzando las mejores calificaciones posibles.

Para poder hacer este último esfuerzo con garantías de éxito es necesario fijar unas medidas diarias de descanso físico y mental. Entre los consejos que os hacemos llegar desde el blog de Xiquets.net, la revista de las familias de la Marina, se encuentran:

-Seguir una dieta adecuada, que arranque con un buen desayuno a base de lácteos, hidratos de carbono y fruta, para proseguir el resto del día con una alimentación completa, variada y equilibrada. No olvidéis el consumo de líquidos, que ayudan a mantener el buen funcionamiento del cuerpo y para poder mantener la atención en clase.

-Animarle a hacer ejercicio “controlado”. Después de pasar tantas horas sentado en el aula, en su habitación o en la biblioteca es conveniente que practique algún deporte o actividad física, aunque sin necesidad de que acabe agotado.

-Descansar la mente para terminar el día con tranquilidad. Para ello, a última hora de la tarde hay que evitar que vea la tele; sus imágenes le restan concentración (la necesita para hacer algún deber que le hayan mandado) y le dificultan el sueño. En su lugar, conviene animarle a que se entretenga con actividades reposadas: pintando, viendo cuentos, haciendo construcciones… Y si antes de acostarse se da un baño con música relajante y agua calentita, dormirá mejor y su mente se relajará mucho más.

– Acostarle a su hora. Esencial que se acueste temprano para que pueda dormir de ocho a nueve horas. Hacer un ‘reset’ en su ordenador persona, es decir, en su mente, es básico para que pueda rendir al máximo al día siguiente.