Nos vamos de viaje en Semana Santa: ¡Todos al coche!

Ya está aquí la Semana Santa. Muchos de vosotros están deseando que lleguen estos días de descanso para tomaros un respiro y hacer una escapada con la familia. El destino casi es lo de menos. Lo importante es coger aire y desconectar de la rutina. Pero, antes de comenzar el viaje: ¿Todo en orden?

La mayoría optáis por el coche, bien por economía, por comodidad o por libertad, tanto en los horarios como en el ritmo de viaje. Sin embargo, los niños suelen aburrirse pronto al encontrarse en un espacio cerrado y sin mucho que hacer. Llevar juegos o reproductores de DVD portátiles es un recurso muy utilizado y efectivo.

Pero más allá de que se diviertan, lo importante es que todos estén seguros a bordo. En alguna ocasión ha os hemos hablado en el blog de Xiquets.net de los tipos de sillas homologadas así como de otros mecanismos de seguridad en el vehículo, pero vamos a hacer un poco de memoria repasando aquellas más importantes para que nadie se descuide y evitar sustos, que al fin y al cabo es lo más importante.

La seguridad en automóvil es un elemento fundamental, por eso los padres extremamos la precaución para tener a punto todo los elementos a nuestro alcance.

Activar el cierre centralizado y los seguros para niños en las puertas nunca está de más. Todo lo contrario. Por supuesto todos los ocupantes del vehículo deben estar perfectamente ubicados en él y tener colocado el cinturón de seguridad. Como hemos dicho,  las sillitas donde van los más ‘peques’ deben estar homologadas y ser las adecuadas a la edad, al peso y altura, recomendándose situar al niño en el asiento central trasero ya que, al estar más lejos de las puertas laterales, es más seguro en caso de impacto.

Recordar también  que los bebés de menos de un año y nueve kilos de peso deberían viajar mirando hacia atrás, en sentido contrario de la marcha del coche. El motivo es que la proporción de peso de la cabeza con respecto al cuerpo es muy grande y, en caso de frenazo o golpe frontal, el daño es menor. En sentido contrario, el movimiento de reacción se ve contrarrestado por el propio respaldo de la sillita.

Si ya lo tenéis todo previsto y comprobado… ¡Buen viaje y a disfrutar!

¿En qué momento debe mi hijo empezar a comer alimentos sólidos?

En nuestro artículo semanal del blog de Xiquets.net, la revista de las familias de La Marina, abordamos una de las muchas preguntas que os hacéis padres y madres cuando tenéis un niño pequeño. ¿A qué edad debe comenzar a comer de todo? ¿Cuándo es el momento de que abandone la papilla, caldos o purés y se pueda alimentar de productos sólidos? ¿Cómo puedo saber cuándo ha llegado la hora de afrontar este cambio?

Como siempre solemos iniciar este tipo de artículos, hay que decir que cada niño puede ser un mundo y que dependerá de sus características, habilidades y condiciones. No obstante, los expertos señalan que el mejor momento para incorporar alimentos sólidos suele ser una vez que el bebé ha desarrollado las habilidades necesarias para comer. Si está amamantando, los médicos recomiendan esperar hasta que el niño tenga 6 meses de edad. Si no lo está, es aconsejable que hagamos el cambio si está interesado en los alimentos (por ejemplo, mira cómo comen los demás, trata de tomar la comida y abre la boca cuando se acerca la comida), tiene las aptitudes motrices bucales como para mover los alimentos hacia la garganta y tragarlos o suele pesar el doble de lo que pesaba al nacer.

No hay que precipitarse

Si no obsevamos ninguna de estas señales, convendrá esperar un poco o consultar al especialista. En ningún momento habrá que precipitarse ni tratar de adelantarse por miedo a que no se alimente de forma correcta. Más bien al contrario: Los bebés que comienzan a comer alimentos sólidos antes de los 4 meses presentan un mayor riesgo de obesidad. Además, si intentamos alimentar a nuestro hijo con sólidos antes de esta edad, es posible que  escupa los alimentos tan pronto como se los coloquemos en la boca.

Y cuando llegue el momento, ¿Qué?

Cuando sea el momento adecuado, ése que estábamos esperando y que ya hemos detectado, habrá que comenzar el cambio de dieta con un cereal fortificado con hierro (tradicionalmente, el cereal de arroz es el primer alimento para los bebés, pero se puede comenzar con otro cereal). En esta etapa, los alimentos sólidos se deben dar después de amamantar al bebé o de alimentarlo con fórmula, no antes. De esta manera, el bebé se llenará con la leche materna o la fórmula que debe continuar siendo la principal fuente de nutrientes del bebé hasta el año.

Una vez que el pequeño acepte bien el cereal, deberemos ir introduciendo una variedad de frutas, verduras y carnes en puré. Y esperare unos cuantos días antes de incorporar un nuevo alimento para asegurarnos que el bebé no presente una reacción alérgica.

¿A qué edad podemos dejar a los niños solos en casa?

Hoy en día los adultos (y casi que también los niños) tenemos un sinfín de ocupaciones y obligaciones. Dependiendo de los días y las horas, dejar a los peques para poder hacerlas puede ser relativamente sencillo o convertirse en un problema, especialmente si no tenemos abuelos, familiares o canguros de los cuales echar mano en un momento determinado o en caso de urgencia.

Ante esta realidad, muchos padres se preguntan desde cuándo podrán dejar a sus hijos solos en casa o si existe una edad legal para esto. Actualmente, la ley española no recoge una edad mínima en la que se regule la posibilidad de dejar a un menor solo en una vivienda, si bien abandonar al niño o dejarlo desamparado puede comportar consecuencia legales importantes, desde sanciones a  la intervención de los servicios sociales o incluso el poder solicitar la retirada de la custodia por negligencia o desamparo si se concluye que el niño está en una situación de riesgo.

Más allá de la legislación, psicólogos, pedadogos o pediatras no se ponen de acuerdo sobre cuándo es la edad más indicada para poder dejar solos a nuestros hijos en casa, señalando que se trata más de una cuestión de madurez individual que de edad cronológica. Si hay que concretar una edad, los expertos señalan que  en caso de no tener más remedio, no debería ser antes de los 9 o 10 años, dependiendo siempre de esta madurez a la que aludimos.

Sin embargo, un informe promovido por la Fundación Mapfre y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria cuyo título es “Accidentes de la población infantil española” y que indica que el 9,1% de los menores de 12 años se quedan en casa solos y, que de estos, el 5% tiene menos de cuatro años. Estamos hablando por lo tanto de menores sin las capacidades necesarias para cuidar de sí mismos y menos aún de un hogar.

No es fácil mesurar la madurez de los niños para saber si están preparados, aunque hay una serie de parámetros que nos pueden servir de indicadores. Por ejemplo, asegurarnos de que el niño obedece las normas y sabe cuáles son los límites que no se pueden traspasar, si tiene conocimientos para cuidar de sí mismo mientras permanezca solo o su capacidad para saber a quién llamar en caso de emergencia. Conocer los posibles peligros que entrañan los electrodomésticos o ser prudente son otros factores que deberían tener muy presentes los niños antes de quedarse solos en casa.

¿Es bueno que los niños vayan solos al colegio? ¿A qué edad?

Hoy en día la mayor parte de los niños van al colegio con sus padres, en el coche, o en el autobús escolar, que los recoge muy cerca de casa. Los hay que también van solos al colegio, aunque depende de la proximidad al mismo, de la edad de nuestros hijos…y también de vosotros mismos, que teméis dejarlos solos por miedo a que suceda algo.

Es comprensible que los padres os resistáis, por regla general, a que los niños vayan solos a la escuela por temor a que les aceche cualquier tipo de peligro. La seguridad es siempre lo más importante, aunque, ¿No estamos coartando la autonomía de nuestros hijos?

Cuándo pueden ir solos los niños a la escuela

Entre los 8 y los 12 años los niños y niñas tienen capacidad suficiente para poder desenvolverse con autonomía en las calles después de haber recibido una educación vial adecuada y siempre bajo las indicaciones de seguridad de los padres, indicando las zonas de riesgo y las mejores alternativas para llegar. Pero esta autonomía no sólo dependerá de la edad sino también de la madurez del pequeño y de la zona en la que se resida, además de la zona donde esté el colegio.

Si tenéis la escuela en vuestra misma población y cabe la posibilidad que vuestro hijo vaya solo a la escuela y queréis que lo haga, es recomendable que las primeras veces lo hagamos con cierta supervisión o le recomendemos que vaya en grupo a la escuela, aunque cuando veamos que todo transcurre con normalidad y podemos confiar en él, deberemos darle esa libertad y posibilidad de elegir.

Lo más importante es saber que cada niño y cada situación son diferentes, y que la decisión debe ser solo vuestra. Y, si por el motivo que sea decidís que aún no ha llegado ese momento, no os agobiéis: esto no va a repercutir negativamente en su autonomía, la cual conforma con otros importantes aspectos de su vida cotidiana: ordenar su habitación, organizarse la cartera del colegio, responsabilizarse de sus tareas escolares o del material de sus extraescolares, encargarse de su desayuno, de su aseo personal, etc…