Los Reyes Magos ya se han puesto en camino. Poco a poco se irán acercando para llegar el día cinco hasta todos los rincones de La Marina, donde repartirán alegría y felicidad en la noche más mágica e inolvidable para los niños. Pero, mientras llegan, es turno para que los padres investiguen, pregunten, analicen y decidan cuáles son los mejores juguetes para sus niños y niñas. Cuáles les harán más ilusión y cuáles les convinenen más. Desde el Blog de la Guía Xiquets.net vamos a intentar ayudaros con algunos consejos y pautas que os pueden ser de interés durante estos días tan importantes:
El primero de ellos es que se adecúe a su edad. Hay que tener en cuenta que para cada franja de edad se recomienda una tipología más o menos amplia de juguetes, dependiendo siempre de las características del niño. Y que cada juguete siempre indica para qué edad está recomendado. Es importante respetarlo, porque si le compramos un juguete muy básico puede aburrirse rápido por falta de motivación. En cambio, si está por encima de sus posibilidades, puede reportarle frustración al no entenderlo o no conseguir el reto deseado.
Es fundamental considerar que el desarrollo del juego debe ser gradual y continuo. ¿Qué queremos decir con ello? Que se debe dejar al niño que, por sí mismo, vaya descubriendo el juego y disfrutando de él, sin agobiarlo y sin dejar tampoco que se agobie. Podemos ayudarle pero debe ser él quien lo aprenda y disfrute. De hecho, uno de los objetivos del juguete es estimular el desarrollo intelectual, motriz, afectivo y social durante las diferentes etapas de madurez del niño.
Sin embargo, tampoco hay que olvidar una máxima: el juguete, además de ayudarle a aprender y desarrollar determinadas habilidades, sirve para que juegue, se relaje, disfrute y no piense en nada más. Por tanto, aunque elijamos juguetes educativos o de ingenio, nunca hay que olvidar que se trata de un juego y que, por encima, de todo, debe servirle para disfrutar. Suele ser erróneo el pensamiento de que a más complejo, más aprenderá nuestro hijo con él. Muchas veces es todo lo contrario: cuánto más simple es, más se aumentará la posibilidad de usos que se le pueden dar, desarrollando la fantasía y su capacidad simbólica.
Antes de regalarle cualquier cosa es imprescindible adecuar un sitio para que el niño juegue y los instrumentos o herramientas necesarias para un determinado juego o actividad. Hay que preparar el camino y ser realistas, dependiendo del tipo de juguete y de las características de nuestra casa.
La seguridad. Hoy en día los juguetes ya vienen muy preparados en materia de seguridad. Pasan exhaustivos controles y están confeccionados de materiales autorizados. No obstante, convienen siempre tomar las máximas precauciones: documentarse, estudiar bien sus características. Podemos comprobar de qué está hecho para cerciorarnos de que no se astillará, romperá o cortará. También se recomienda priorizar colores sólidos frente a los tóxicos. Y, algo de lógica pero que no debe pasar desapercibido: Cuanto más pequeño sea el niño, más grade deben ser los juguetes y sus piezas para evitar posibles sustos.
La última: en ocasiones, menos es más. Porque el exceso de juguetes mata la fantasía y produce aburrimiento.