Con el paso del tiempo, la celebración de Halloween se está convirtiendo en un clásico dentro de nuestro calendario festivo. Pese a proceder de la tradición anglosajona y tratarse de una celebración famosa y arraigada de forma especial en los Estados Unidos, su aceptación en España es cada vez mayor. Las posibilidades que ofrece para la diversión de nuestros hijos son muchas y variadas, lo que ha hecho mucho más fácil que la tengamos muy presente en nuestra agenda. Sin embargo, no estaría de más explicarles a nuestros hijos el porqué de esos disfraces de brujas y fantasmas o la razón por la que se dibujan y pintan caras con calabazas en muchos lugares. Recordad que el folclore, la diversión y el entretenimiento son compatibles con la cultura y la educación de los pequeños.
La noche de Halloween también se la conoce como la noche de las brujas y de los fantasmas. La palabra Halloween proviene de All hallow’s eve, que en el inglés antiguo significa “víspera de Todos los Santos”. De ahí que se celebre la noche del 31 de octubre, pese a que los niños la vivan con diferentes actividades durante toda la semana. Hay que explicarles a los niños que cuando se habla de Halloween siempre se piensa en clave de diversión y humor, aunque sea utilizando elementos misteriosos y de terror como murciélagos, disfraces de brujas, fantasmas o momia. Sin embargo, en su origen, esta celebración no era tan alegre y festiva, pues todos estos elementos y complementos no se utilizaban de forma sarcástica e irónica como ahora, sino que era sinónimo realmente de una noche de miedo.
“Trick or Treat”
Al parecer, Halloween era la festividad principal de los Celtas, que vivían hace miles de años en la actual Gran Bretaña. Durante la noche del 31 de octubre, se reunía toda la gente del poblado, se encendían hogueras y se disfrazaban con las pieles de los animales sacrificados como forma de ahuyentar a las brujas y a los espíritus malignos. Y se imploraba la protección de los espíritus.
A cambio de concederles su protección, los muertos les pedían a su vez alimentos.De ahí viene la costumbre de pedir chuches y golosinas en la noche de Halloween, con un divertido chantaje. Es aquello de que «O me das algo o te hago una travesura» («Trick or Treat» en inglés.). Toda esa historia ha generado muchas leyendas. La fiesta llegó a Estados Unidos a través de pequeñas comunidades de irlandeses católicos a mediados del siglo XIX y se expandió la tradición por el resto del mundo hasta llegar al Mediterráneo, donde países como España también la están haciendo suya. Ya sabéis: Trick or Treat??