El mundo de la moda siempre se concentra en el vestir de las mujeres, quienes acaparan la mayoría del mercado; después siguen los hombres, que son más básicos, aunque cada vez el panorama registra minuciosas tendencias en outfits más atrevidos para los caballeros.
Pero, ¿quién piensa en los diseños para niños? Si bien es cierto que quien tiene la última palabra sobre lo que ellos deben portar son los padres, los niños tienen todo el derecho de ser independientes. Los pequeños también tienen derecho a vestir bien, a elegir el atuendo con el que se sientan más cómodos y que sus padres no decidan por ellos sobre la ropa que deben utilizar.
Las colecciones para niños prácticamente se inspiran sobre lo que está en tendencia para el público adulto, pero con diseños adaptados y enfocados a los peques del hogar. Las grandes marcas suelen agrupar este tipo de ropa en tres grandes grupos: para bebés, niños de dos a nueve años y jovencitos de 10 a 18 años. En ropa para adultos se analiza y se consulta sobre lo que está en boga, en el caso de los niños no hay focus groups o algo que se le parezca, sólo son llamados para patronaje y medidas, para poder producir prendas al detalle.
En cuanto al diseño, se toma como referencia el resultado en ventas obtenido en otras temporadas para analizar lo que funcionó y lo que no. La clave, y las grandes compañías lo tienen muy presente, es que la ropa guste tanto a los padres como a los niños.
Otro tema interesante son las denominadas ‘tallas cero’, es de decir, la ropa para recién nacidos. Son colecciones independientes a las demás, con colores básicos que siempre se van a utilizar y que el público en general los busca de manera obligada: el azul cielo y el rosa baby. No obstante, cada vez se busca introducir nuevas tonalidades para dar un toque novedoso, singular y más divertido como el tono lima, el naranja o el fucsia.