Hace pocos días os hablamos en el blog de Xiquets.net, la Guía de las Familias de la Marina, sobre la vuelta de los niños a la rutina tras las vacaciones de verano, incluyendo la vuelta al cole. En este sentido, recordad que aunque las rutinas no son nuevas, no podemos volver al orden establecido de un día para otro. Para sentirse sanos, equilibrados y felices, los niños tienen que estar en consonancia con sus ritmos biológicos.
Nos encontramos con dos hábitos que es importante apuntalar bien: la comida y el sueño. Lo más probable es que durante el verano hayan cambiado, y no solo de horario… también de ritual. Para recuperar la rutina de la comida es importante establecer un ritual bien claro. Por ejemplo: el anuncio de la comida (¡a comer!), lavarse las manos, sentarle en su silla y ponerle su babero, sentarse todos a la vez, no permitir levantarse de la mesa y comer tranquilamente pero sin pausa. Relajados, pasándolo bien… pero respetando nuestras propias reglas.
Es probable que las costumbres también hayan cambiado respecto a la hora de dormir, aunque es menos probable. Y es que dormir también requiere su ritual: ¿baño, pijama, cena, cuento, cama? ¿Con su osito esperándonos en la almohada y el cuento elegido entre ambos? ¿Con música relajante mientras leemos el cuento? Nosotros diseñamos lo que mejor le va a nuestro hijo, pero es importante que todos los días repitamos los mismos pasos, a la misma hora.
La vuelta al cole
Una vez iniciado el curso, todavía podemos disfrutar de un buen clima. Los expertos recomiendan seguir realizando las actividades de parque o piscina durante unos días. No conviene romper de forma brusca con algunas rutinas o costumbres que, pese a ser más habituales en verano, no dejan de ser saludables y convenientes en invierno, siempre y cuando podamos organizar nuestro tiempo y el de nuestros hijos.
Y lo más importante para volver a la rutina y hacer más llevadera la vuelta a la normalidad: Mantener una actitud positiva. Fundamental para contagiar de bueno humor y energía a nuestros hijos y hacerles más llevadera su vuelta al cole, además de propiciar un mejor y más agradable clima en nuestro hogar.