En estas últimas semanas, con toda la alarma social desatada por el Coronavirus, se está subrayando la importancia de seguir algunas medidas higiénicas básicas para evitar posibles contagios. Como se suele decir, no hay mal que por bien no venga, ya que se trata de hábitos básicos, convenientes y que muchas veces descuidamos, acordándonos únicamente de ellos en situaciones extraordinarias como la actual.
Una de ellas es la limpieza de manos. Si hablamos de niños, esta medida higiénica todavía cobra más importancia puesto que los pequeños tocan muchas más cosas y están más expuestos a gérmenes y enfermedades que se pueden adquririr por contacto directo. Por tanto, es fundamental la higiene de manos. Para ello hay que enseñarles y acostumbrarles a hacerlo. Y de la forma más correcta posible. Si adquieren el hábito y lo hacen de forma adecuada, tendrán mucha salud ganada de cara al futuro.
Y es que lavarse la manos adecuadamente es la primera línea de defensa contra la propagación de muchas enfermedades, desde un resfriado o catarro común hasta enfermedades más graves, como la meningitis, la bronquiolitis, la gripe, la hepatitis A, y muchos tipos de diarrea.
Algo tan sencillo como lavarse las manos requiere seguir unos pasos que, por básicos, dejan de ser necesarios. En primer lugar hay que mojarse las manos con agua corriente limpia (tibia o fría). En caso de los niños, convendrá asegurarse de que el agua no está demasiado caliente para las manos de los más pequeños.
Posteriormente usaremos jabón (uno adecuado, ya sea de pastilla o de gel) para frotarnos las manos enérgicamente durante aproximadamente 20 segundos. Como hemos dicho, no hace falta utilizar un jabón antibacteriano; sirve cualquier tipo de jabón. En este punto deberemos asegurarnos de lavar bien el área que figura entre los dedos, los dorsos de las manos y debajo de las uñas, donde a los gérmenes les encanta esconderse. Y no hay que olvidar las muñecas.
Por último tocará enjuagarse bien las manos y, no menos importante: secarse con una toalla limpia y seca.
¿Cuándo nos debemos lavar las manos?
Para evitar la propagación de gérmenes conviene que toda la familia, y no sólo los niños, se lave las manos con regularidad. Es importante hacerlo antes de comer y de cocinar, después de ir al baño, después de limpiar la casa, después de tocar animales (incluyendo las mascotas de la casa), tras visitar o cuidar de amigos o familiares enfermos y cuando volvamos a casa, tras habe hecho cualquier cosa, desde jugar hasta sacar al perro o hacer cualquier tipo de actividad en el jardín. Y, esencial: lavarse siempre las manos después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
Si nos lavamos más y mejor las manos, ganaremos salud y evitaremos muchas visitas al médico. Es un consejo de Xiquets.net, la revista de las familias de La Marina.