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¡Ojo con los disfraces!

¡Ojo con los disfraces!

Ya está aquí el carnaval…y nuestros hijos, claro, quieren disfrazarse para participar en las fiestas que se celebran en las ciudades y colegios. Pero, ¡Ojo!  Además de elegir la temática más original o el disfraz de su personaje favorito, también tendremos que considerar una serie de pautas a la hora de confeccionar o comprar los disfraces de nuestros niños. No sólo importa el qué, sino también el cómo.

En estas fechas, las asociaciones de consumidores (como, por ejemplo, la Organización de Consumidores y Usuarios -OCU) y otras instituciones recuerdan  una serie de recomendaciones para garantizar la seguridad de los disfraces, sobre todo para los más pequeños. Entre ellas, destacan la siguientes:

- Lo primero que se aconseja es comprar artículos adecuados a la edad del menor. Antes de comprar el producto, habrá que  leer bien la etiqueta y las instrucciones de uso, que deben estar en castellano, además de tener en cuenta los consejos de seguridad. Comprar artículos adecuados a la edad del menor y conservar siempre el justificante de la compra para poder reclamar o solicitar posibles devoluciones.

-A nivel normativo, es importante recordar que el disfraz contener la marca CE, el nombre, razón social o marca y domicilio del fabricante, el número de lote, serie o modelo, rango de edad para su uso, número de registro industrial, composición del producto y recomendaciones de lavado y de conservación.

-Si es un traje para un niño no debe contener piezas pequeñas que puedan desprenderse y ser ingeridas. Y tampoco presentar puntas o bordes que puedan resultar cortantes. El material en el que esté fabricado el disfraz debe ser resistente al fuego o poco inflamable, en cuyo caso debe indicar este extremo con una advertencia específica. Si algún complemento lleva pilas, éstas deben estar suficientemente protegidas.

-En el caso de los niños mejor no utilizar máscaras o caretas, ya que además de obstruir y limitar la vista, muchas veces contienen compuestos peligrosos e inflamables. Las capuchas también entrañan riesgo de inflamabilidad. Y si se usa máscaras, éstas deben disponer de ventilación adecuada, con orificios de tamaño suficiente que permitan la entrada de aire. En este sentido, las pelucas no serán excesivamente largas para evitar posibles riesgos de inflamabilidad.

-El maquillaje mostrará en su etiquetado, entre otros datos, los relativos al contenido y lista de ingredientes, fecha de caducidad mínima, número de lote de fabricación y función del producto. Debe estar libre de sustancias tóxicas y superar las mismas pruebas de tolerancia que cualquier cosmético en contacto con la piel. No pueden estar contaminados por microorganismos dañinos. En cualquier caso, evitar el contacto con los ojos. Si ocurre, lavarse inmediatamente con agua.

-Los sombreros deben quedar bien ajustados para prevenir que se deslicen y cubran los ojos; y los disfraces no deben ser muy largos para evitar que los niños se tropiecen o se enreden en ellos o que se puedan quemar con algo. Si el disfraz de su hijo incluye una espada, bastón o palo, asegúrese de que no es afilado, puntiagudo o demasiado lago. Los niños se pueden lastimar fácilmente con estos accesorios si se tropiezan o se caen.

-Por último, se aconseja no utilizar lentes de contacto decorativas sin hacerse un examen de los ojos o sin una receta médica de un oftalmólogo. Su uso puede causar dolor, inflamación y graves trastornos e infecciones que pueden conllevar la pérdida permanente de visión.