Cómo explicar el coronavirus a nuestros hijos e hijas

Estos días las conversaciones, como no puede ser casi de otra forma, en giran en torno a la salud y el coronavirus. Ante tal avalancha de información y la importancia del tema, es importante que podamos hacer entender a los niños de qué hablamos, al objeto de puedan entender grosso modo lo que está pasando y, ni le resten importancia, ni tampoco se dejen llevar por el clima y los comentarios que puedan oir en el colegio, con sus amigos o en otros ámbitos respecto a esta enfermedad.

No hablamos de nada sencillo, pero sí os podemos ofrecer algunas pautas no sólo dirigidas a padres,  sino también profesionales y familiares distintos de  niños y niñas, orientadas a promover un afrontamiento adecuado frente al brote de Coronavirus Covid-19. Todo ello tomando como fuente la información ofrecida por el  Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (la comunidad más afectada de toda España).

Para aclarar posibles dudas o temores relacionados con el virus y corregir posible información errónea que han escuchado, debemos:

-No esperar a que pregunten para hablarlo con ellos/as.

-Corregir información errónea o mal interpretada.

-Informar que la mayoría de los casos se recuperan (80 por ciento), pero que los mayores (entre los que pueden estar sus abuelos) son los que más deben cuidarse de este virus

-Ser sinceros en cuanto a que se trata de un virus peligroso porque se contagia con facilidad, y por lo tanto debemos protegernos de él.

-Informar sobre los síntomas más frecuentes: fiebre, tos y sensación de falta de aire.

-Informar que la mayoría de los casos se recuperan (80 por ciento), pero los mayores son los que más deben cuidarse de este virus.

-Dar seguridad y confianza informándoles de que hay muchos profesionales sanitarios para curar, entender el virus, reducir sus riesgos y encontrar una vacuna.

Asimismo es esencial no ignorar sus miedos o dudas, utiizar siempre  un lenguaje adaptado a la edad del menor y a sus conocimientos, evitar hacer referencia a las personas que están muy enfermas o han fallecido y hablar con frecuencia sobre el tema, pero sin saturarles con demasiada información.

Naturalizar, en caso de que no tengamos  todas las respuestas, ser sinceros y plantearles la posibilidad, incluso, de buscar respuestas juntos. Nos puede ayudar mucho la utilización de  dibujos o representaciones gráficas sencillas para explicar cómo se produce el contagio.

Normalizar sin cansar pero evitando que sea un tema tabú. Y, por último, transmitir que pueden expresar sus dudas y confiar en nosotros en todo momento.