Al contrario de lo que podemos pensar, tener a los niños en casa, en el patio o en el coche también puede suponer un peligro, habida cuenta de que muchos de ellos no son conscientes del peligro que pueden entrañar algunos objetos o situaciones por inofensivas que parezcan. De hecho, y por desgracia, los accidentes domésticos o cotidianos constituyen la tercera causa de muerte para los niños menores de años. Aquí os dejamos un pequeño decálogo para que os mentalicéis y toméis algunas precauciones al respecto. Ya sabéis que, como se suele decir, prevenir es curar:
En casa:
-Protege las ventanas con rejas o cierres de seguridad, sin colocar sillas ni mesas delante.
-Instalar barandillas en las escaleras
-Proteger los enchufes, estufas y braseros para que pueda acercarse demasiado, tocarlos y quemarse o electrocutarse.
-No cocinar con el niño en los brazos
-Medir con antelación la temperatura del baño y no dejar solos a los niños pequeños en la bañera
-Proteger también las esquinas de mesas y muebles, poniendo topes a las puertas.
Con los objetos que le rodean:
-Revisar los juguetes y envoltorios y otros objetos
-Vigilarlos por si se caen del cambiador, de la trona o se desploman con la sillita de paseo.
-Ser muy cuidadosos con los juguetes pequeños, puntiagudos o con los globos para que no se atraganten.
Con los medicamentos y productos de limpieza:
-Impedir que los niños puedan alcanzarlos.
-Nunca decirles que los medicamentos son caramelos
-No guardar los productos de limpieza o tóxicos en envases de agua o refresco.
-No dudar en pedir ayuda a los especialistas en caso de que pueda ingerir o tocar algún producto tóxico.