Pequeños problemas de los niños a resolver
En verano lo habitual es que paséis muchas horas con vuestros hijos en la playa o en la piscina. Pero vayáis a un sitio u a otro, además de refrescaros y disfrutar, hay que tomar una serie de precauciones para evitar algunos ‘peligros’ que conllevan ambos. Tomad nota porque ya sabéis que siempre es mejor prevenir que curar.
Hidratación e Insolación
Los niños pequeños tienen menos capacidad para compensar las pérdidas de agua y padecen insolaciones y deshidrataciones con más facilidad. Recuerda que, más allá de lo que se pueda pensar, dentro de la piscina o en el mar los niños siguen perdiendo líquido corporal (siempre dependiendo de la cantidad e intensidad del ejercicio que realizan).
Conjuntivitis y Otitis
La irritación de ojos (conjuntivits) y del oído (otitis) son dos patologías habituales tanto en el mar como en la piscina. Con tanto chapuzón y juego con el agua es habitual que pueda quedárseles un poco de agua en el interior del oído, lo que conlleva una irritación. También puede ocurrir si hace un día de mucho viento en la playa, lo que puede provocar que se cuele un poquito de arenilla.
Tanto esa misma arena como la sal del mar o el cloro de la piscina también son responsables de las denominadas conjuntivitis irritativas. Si tu hijo es pequeño, que juegue sobre una toalla y lávale a menudo las manos.
Cloro de la piscina
Si puedes elegir, es mejor que tu peque se bañe en piscinas de sal, oxígeno activo u ozono porque, según la Sociedad Española de Neumología, unos niveles altos de cloro pueden llegar a provocar la aparición de asma en los más pequeños. No obstante, y como no se puede elegir normalmente y la mayoría de piscinas son de cloro, será conveniente siempre revisar el nivel del mismo para que no sea excesivo y produzca picores o irritaciones. En la piscina de casa puede ser más sencillo. En caso de piscinas municipales o comunitarias, habrá que avisar al personal de mantenimiento.
Medusas
Debido al calentamiento de los mares, cada año llegan más medusas a las costas. Si accidentalmente tu hijo toca alguna, aclárale la zona con agua de mar y ve inmediatamente al puesto de socorro, pues su menor masa corporal hará que la reacción sea mayor. Si, además, tu peque sufre de asma, alguna alergia o dermatitis atópica consulta con su pediatra