Niños hiperactivos

La hiperactividad es una enfermedad cada vez más frecuente en los niños. Afecta fundamentalmente a la capacidad para mantener la atención y controlar los impulsos debido a un exceso de movimiento. Sin embargo, si se aborda desde la infancia es más fácil tratarlo y reducir su incidencia.

 

¿Cómo detectarlo?

Hay ciertos síntomas que delatan esta enfermedad en los pequeños.  En el colegio, por ejemplo, los niños que padecen hiperactividad suelen presentar un bajo rendimiento escolar, a pesar de tener capacidades intelectuales normales o incluso superiores a la media. También son frecuentes los problemas a la hora de relacionarse con otros niños. Todo ello nido al hecho de que no paran de recibir críticas, provocan que su autoestima se resienta, de modo que estos niños suelen tener una percepción bastante negativa de si mismos, según confirman los especialistas.

Los propios médicos recomiendan, en estos casos de hiperactividad, abordar la enfermedad desde una perspectiva multidisciplinar, es decir, tanto neuronal como relacional, implicando en todo momento a los padres, a los que se debe proporcionar la información necesaria. Si no se trata durante la infancia, se corre un serio riesgo de que entre un 60 y un 80% de los niños que la sufren continúen padeciendo esta enfermedad durante la edad adulta.

Y es que con la edad, el componente hiperactivo tiende a disminuir, pero la falta de atención y la impulsividad persisten de modo que, si no se actúa desde edades tempranas, los niños tendrán problemas de adaptabilidad social en la adultez, contrayendo mayor riesgo incluso de presentar conductas de riesgo e incluso adicciones.