La semana anterior comentamos en el blog de Xiquets.net, la guía de las familias de La Marina, la dificultad que suponía para muchos padres el hecho de dejar a los niños solos en casa, al menos las primeras ocasiones. Lo difícil que resultaba dar el paso. Asimismo os trasladamos unos pequeños consejos para ganar en seguridad y tranquilidad. Pues bien, en este nuevo post vamos a daros algunas indicaciones más para completar el tema:
-Instrucciones claras y precisas, que no se preste a confusión ni le cree incertidumbre sobre algo que no controla. Cuando se va a dejar a un niño solo en casa es preciso que se detalle qué puede hacer y qué no. Cuando se produzca vuestra primera salida es incluso bueno que las dejéis recogidas por escrito y para que pueda leerlas y repasarlas si es necesario. Entre las indicaciones principales debería estar no abrir la puerta a extraños o no realizar uso de aparatos que conlleven riesgo como pueden ser los electrodomésticos que se encuentran en la cocina.
-Apuntadle números de contacto. Es imprescindible que si vuestro hijo siente la necesidad de hablar con vosotros pueda llamaros. Para ello es conveniente dejar apuntado vuestro número de teléfono e indicarle que llame si surge algo. Dejadle también un par de teléfonos de contacto por si sucede alguna emergencia. Educarle sobre los servicios de urgencia como la policía, bomberos y el servicio de urgencias médicas ambulancia será algo positivo en el caso de que aparezca un problema.
-Llamadle o enviadle mensajes. Decidle dónde estáis y cuando pensáis volver, aproximadamente. De esta forma lograréis transmitirle confianza y evitaréis que surjan brotes de ansiedad.
-Y, prácticamente la más importante, que engloba muchas de los consejos que hemos apuntado: enseña a tus hijos a ser autónomos. No es fácil, pero supuesto, pero depende en gran medida de nuestra actitud y constancia. Para ello os aconsejamos que aplaudáis las decisiones que tomen que conlleven un aumento de responsabilidad y fomenten su confianza. No sobreprotejas a tus niños y déjales libres para que, siempre de un modo seguro, puedan ir creciendo poco a poco y ser capaces de hacer las cosas por su cuenta.