Comprar con niños es algo habitual cuando se es madre, aunque también es algo que puede provocar mucho estrés en las mujeres, bien porque no se están quietos, lo tocan todo, echan a correr por los pasillos, se aburren…o porque suelen pedir algo que han visto y que, en caso de no comprárselo, puede desencadenar en rabietas.
Algunas madres, para conseguir que sus hijos callen y se porten bien, suelen ceder y acaban comprándole al niño lo que ha pedido. Esta reacción, comprensible, no es la más adecuada, ya que el niño comprobará que su enfado ha tenido recompensa y, en próximas visitas al mercado o al súper, se acostumbrará a hacer lo mismo para lograr el resultado deseado.
Hay que reconocer que la situación no es fácil, todo lo contrario. En ocasiones, dependiendo del día que tenga nuestro hijo, puede convertirse en molesta o embarazosa, pero la solución no pasa por darle siempre el capricho deseado.
Desde Xiquets.net, la guía de las familias de la Marina Alta, os damos algunos consejos para ir a comprar con niños sea una práctica llevadera y hasta divertida para todos:
– No pases por los pasillos que, para él o ella, puedan ser más interesantes. Con ello nos referimos, por ejemplo, a la zona de los helados o los juguetes, ya que la tentación de cogerlos y pedirlos es grande, por lo que no tardará en hacerlo.
-Procura que la compra sea rápida. Los niños suelen cansarse pronto de ir a comprar pero si lo tienes todo claro y por escrito es más fácil hacerlo rápido sin que se te olvide nada. Si evitas estar mucho tiempo en el súper, evitarás también que tu hijo pueda cansarse y aburrirse.
-Plantéale la compra como un juego o como un reto que debéis cumplir y que luego tiene recompensa. Dile que, si se porta bien durante la compra, lo llevarás al parque o jugarás con él a aquello que más le guste. Hay que motivarle para que sea capaz de mentalizarse.
-Despierta su curiosidad explicándole (dependerá de la edad, claro) lo importante que son cada una de las cosas que tienes que comprar. Ves detallándole aquello que vas cogiendo o por dónde va pasando para poder satisfacer su curiosidad, pero siempre con cuidado de que no toque nada o quiera ir a su aire.
-Si no puedes evitar que te pida algo y no quieres comprárselo, si tiene una rabieta o empieza a comportarse mal lo mejor es dejar la compra y salir del centro comercial para que el niño o niña se tranquilice. Una vez lo haga has de explicarle que ese comportamiento no es el adecuado para él y que debe aprender a comportarse.
Sólo entonces Puedes volver a intentar entrar de nuevo y terminar la compra pero, en caso de que ocurra de nuevo, es mejor irse y volver sola después. Así hasta que entienda que no siempre se ha de hacer lo que él o ella quiera.