La celebración del cumpleaños de nuestro hijo es siempre un motivo de alegría para toda la familia. En el caso del pequeño, supone todo un acontecimiento del que se siente protagonista. La ilusión y el reto de todos los padres es lograr que ese día sea especial y que nuestro hijo disfrute con esa fiesta que lleva esperando prácticamente todo el año. Para que el cumpleaños sea un éxito es necesario organizarlao con tiempo, pensar en todos los detalles y también tomar algunas decisiones importantes, como requiere cualquier tipo de organización:
El primer punto que debemos tener claro es la temática de la fiesta, pues en torno a ella girarán buena parte de los elementos, especialmente la caracterización del lugar y de los invitados. La fiesta de disfraces es un clásico porque a los niños les suele encantar disfrazarse y soñar por un día en convertirse en su personaje favorito o, simplemente, les gusta llamar la atención por la originalidad y detalle de su vestido. Más allá de una temática concreta, lo importante es que sea unisex porque, en teoría, estarán invitados a la fiesta tanto amiguitos como amiguitas de nuestro hijo.
Como hemos dicho, en torno a la temática se articulan buena parte de los componentes de la fiesta; y entre ellos, la decoración. Para caracterizar el lugar donde vamos a celebrarla podemos utilizar materiales como goma eva (nos permitirán confeccionar muñecos, broches para los invitados o sombreros), guirnaldas, cartulinas de colores…y escoger elementos relacionados con el tema en concreto.
También habremos de reparar en la lista de invitados, documento imprescindible para hacer una previsión de recursos, entre ellos la comida y bebida. Decidir a quién invitamos y a quién no suele convertirse en un quebradero de cabeza, generalmente por las limitaciones de espacio o desembolso económico que supone, ya que a los niños suelen acompañarles los padres y madres, muchos de los cuales también se suman a la fiesta y terminan consumiendo. Lo realmente importante es que el círculo de amigos con los que se mueve el niño esté presente, ya sean del colegio o de las actividades complementarias y extraescolares que pueda llevar a cabo.
No menos importante es el menú de la fiesta, que deberán componerse de platos y aperitivos que suelan agradar a los niños, que son quienes los van a disfrutar. En este campo os recomendamos que no experimentéis ni os compliquéis. Mini pizzas, saladitos, empanadillas, patatas fritas, nuggets, tortilla de patatas…suelen agradar a casi todos los niños. Y, obviamente, la tarta de cumpleaños es esencial. Será el plato estrella y sería interesante que además coincidiera en la temática con la fiesta o con algo que a tu hijo le guste o haga especialmente ilusión (amigos, superhéroe, equipo favorito…). Por cierto: la tarta de chocolate suele ser un éxito casi garantizado.
Por último, en nuestro esquema básico para organizar la fiesta de cumpleaños tendremos que haber planificado una serie de juegos para que los niños se diviertan durante el tiempo en el que dura el cumpleaños. Si se hace en un loca especializado (como un parque de bolas, por ejemplo) o se cuenta con profesionales especializados (animadores, payasos…) esta parcela está superada, aunque en contraposición nos pasará factura al bolsillo. Por el contrario, si lo hacemos nosotros mismos habrá que pensar en otras opciones, dependiendo de la edad de los niños: carreras de sacos, juegos como el escondite o la búsqueda del tesoro, gimcanas, bingos y juegos de mesa, manualidades…y los videojuegos, tan queridos hoy día. En este último caso, habrá que intentar que puedan participar en una misma partida la mayor cantidad de niños posible.
Organizar una fiesta de cumpleaños para nuestro hijo es todo un reto, pero también una enorme satisfacción cuando vemos su cara de felicidad. ¡Ánimo y a por ello!