Sin colegio de por medio, y una vez acabados los campus deportivos, jornadas de convivencia y campamentos de verano, hemos de plantearnos cómo entretener a nuestros hijos en verano. Algo complicado, ya que hemos de compatibilizar nuestra jornada laboral y obligaciones en casa con esta vertiente lúdica que necesitan los niños, especialmente durante las vacaciones estivales. Aquí os dejamos algunas ideas:
Es importante hacerles ver a los más pequeños que si están de vacaciones y sus padres trabajando, deben ayudar en casa con las tareas del hogar. En este sentido, se puede planificar el trabajo de la semana para que ellos se sientan partícipes en todo momento del bienestar de la familia. Pueden ayudar a hacer la compra escogiendo los productos en el supermercado, pero también idear recetas refrescantes para el verano y ponerse manos a la obra en la cocina.
Creatividad que pueden expresar ante los fogones o también redactando su propio diario con textos y fotos que ellos mismos hagan sobre lo que viven cada día. De esta manera, además, se sentirán protagonistas y se lo podrán enseñar a sus padres cuando estos lleguen a casa.
Las manualidades son, sin duda, una de las actividades estrella para disfrutar del verano en casa. Los niños pueden pasar horas y horas de diversión moldeando sus propias creaciones. Lo importante no es solo tenerlos entretenidos, sino también el tiempo que pasan creando y aprendiendo.
Otra actividad relajada puede ser organizar una tarde o una noche de juegos y/o películas. Algo que resulta ideal no solo para divertir a los niños, sino también para pasar un agradable rato en familia. Podemos escoger algunos de los juegos tradicionales de toda la vida para jugar con los niños o ver las películas que a ellos más les gusten.
Pero si lo que necesitan es un poco de movimiento, las posibilidades son múltiples. El verano es el mejor momento para que los niños comiencen a practicar algún deporte. Natación, ciclismo, patinaje… Hay que aprovechar el buen tiempo para que se acerquen a otras disciplinas deportivas menos habituales. El verano es, sin duda, la mejor época del año para que los niños aprendan a nadar en la playa o la piscina, vayan en bicicleta por los carriles bici, etc.