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Seguir una "dieta tecnológica" es clave para ser tecnológicamente competente

13 de Julio de 2015
Seguir una "dieta tecnológica" es clave para ser tecnológicamente competente

Cada día son más las tecnologías que se incorporan al ecosistema doméstico y cotidiano. Y, paralelamente, cada vez es más temprano el inicio del niño  en su consumo, lo que nos obliga a propiciar también de forma iniciática buenos hábitos tecnológicos.         

 

Para ello, investigadores actuales como Aguaded, Romero-Rodríguez o Serrano-Puche apuestan por la integración curricular de los medios audiovisuales y las tecnologías, así como una dieta tecnológica que contemple periodos de completa abstinencia digital y desconexión tecnológica. Los citados autores diagnostican que la sociedad española experimenta una sobreexposición tecnológica para la que no está preparada. Paradójicamente, ello provoca tanto situaciones de desinformación como de sobreexposición multimedia y adicción. La necesidad de permanecer permanente conectados a una pantalla o a una red de amigos resulta insana.  Del mismo modo, una excesiva dieta tecnológica lleva aparejada una sobresaturación que puede generar “confusión en la toma de decisiones, disminución de la tolerancia hacia la  frustración y deterioro del juicio”. Para evitarlo, los investigadores proponen  que busquemos un equilibrio entre las interacciones digitales y presenciales, virtuales y físicas.

 

La excesiva tecnificación de nuestras vidas también tiene como consecuencia la falta de paciencia, la hiperestimulación y la multitarea.  De ahí la necesidad de programar momentos de absoluta desconexión tecnológica a diario o episódicamente. Algo tan importante como el hecho de recuperar la concepción clásica del ocio, de la familia y de las relaciones personales, sin permitir que sea un escenario virtual el que predomine en nuestras vidas.

Mª Dolores Moreno

Doctora en Didáctica

Coordinadora del Grado de Educación Infantil de la VIU

(Universidad Internacional  de Valenciana)