¿Por qué vestimos a nuestros hijos de marineros para tomar la Primera Comunión?

Muchos de vosotros seguro que habéis hecho vuestra Primera Comunión vestidos de marineros. Durante décadas este clásico  traje blanco con pañoleta y puños azules ha sido el más utilizado y demandado para celebrar ese día tan especial.  Y todavía lo sigue siendo hoy, aunque no sea una costumbre tan arraigada. Ahora bien, ¿A qué se debe este curioso fenómeno?

La moda por los trajes de marinero se inició según los expertos en los años 50 o 60. Aunque ha habido todo tipo de interpretaciones, su utilización no responde a ninguna exigencia ni recomendación religiosa.  Probablemente no han sido más que modas, costumbres sociales o tendencias que han ido calando, si bien es cierto que el vestido blanco puede relacionarse con la limpieza y pureza que identifican al sacramento de la comunión.

Para entender su verdadero origen debemos remontarnos al siglo XIX, cuando comenzó la costumbre de que los niños que fueran a comulgar por primera vez se vistieran con un traje nuevo para presentarse dignamente ante el altar, según relatan los historiadores, imponiéndose el color blanco como símbolo de inocencia y pureza.

Ya bien entrado el siglo XX comenzaron a confeccionarse trajes específicos de Primera Comunión, apareciendo en décadas posteriores anuncios de las grandes marcas de moda con diseños de caballeros de ilustres Órdenes Militares, Almirante o el finísimo modelo Lord interpretado en terciopelo negro».

Sin embargo, por su mayor sencillez, el traje de marinero fue el que más se impuso a partir de los años 50, siendo también el más accesible por su precio. De las 350 pesetas con las que se comenzó a comercializarse, hoy se alcanzan los 200 euros en cualquier tienda.

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