¿Qué pedirle al año nuevo? Própositos para compartir con tus peques

Más allá de los tópicos de siempre (ponerse a dieta, dejar de fumar, aprender un nuevo idioma…) hay muchos propósitos y buenos deseos que podemos pedir y compartir con los niños. Propósitos relacionados tanto con valores, comportamientos o  pequeñas rutinas y actividades diarias, y que pueden ayudarnos a concienciar a nuestros hijos de la importancia de esforzarnos por mejorar y aprender nuevas cosas cada año.

Aquí os dejamos unos cuantos ejemplos de propósitos para compartir con vuestros peques coincidiendo con la entrada del nuevo año:

-Ahorrar. Podemos animarles a que llenen su hucha cada semana con una pequeña aportación, haciéndoles experimentar sensación gratificante que sentimos cuando contamos todos nuestros ahorros. Es una forma de hacerles comprender la importancia de ahorrar de manera progresiva y  de que tengan una visión de futuro de su propia economía.

-Cuidar la higiene, con detalles pequeños pero a la vez tan importantes como lavarse los dientes dos veces al día o limpiarse siempre las manos antes de comer o después de ir al baño.

-Recoger los juguetes para mantener la habitación limpia y ordenada.

-Encontrar una nueva actividad que nos divierta, y practicarla varias veces a la semana. Puede ser un deporte, cantar, bailar, tocar un instrumento o simplemente saltar a la comba.

-Educación: pedir siempre las cosas por favor o ceder el asiento cuando vean a una persona mayor. Respeto y tolerancia.

-Sensibilizarles sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. Enseñarles a que sigan buenas prácticas como cerrar el grifo cuando terminen de lavarse, apagar la luz cuando salgan de la habitación o separar los envases cuando tiran la basura, animándoles a que nos acompañen a depositar la misma en los contenedores de reciclaje. En suma,  pequeñas y sencillas tareas domésticas que contribuyen a ahorrar energía y mejorar la salud del planeta.

-Compartir actividades físicas o al aire libre con nuestros hijos: desde practicar un deporte hasta dar un paseo, montar en bici, nadar en la playa o esquiar en invierno con ellos.

-Atreverse a probar cosas nuevas durante la hora de comida. Nuevos sabores y texturas, investigar platos, descubrir nuevos ingredientes, ayudar a cocinar, preparar o retirar la mesa…

-Cambiar (al menos durante un día a la semana o durante  parte de las vacaciones) los  videojuegos o el móvil por una actividad que podamos compartir directa y personalmente con ellos: un juego de mesa, leer un libro, dar un paseo a pie o en bicicleta, jugar a las adivinanzas. En definitiva, obligarles a que se socialicen más con las personas y menos con las máquinas.

Recuerda, si lo pides y lo deseas…probablemente se cumpla. Y si se trata de compartir, el porcentaje todavía es mayor.

¡¡Que se cumplan todos vuestros deseos y los de vuestros hijos para el 2015!!

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