Algunos mitos sobre la Alimentación

La alimentación de nuestros hijos es frecuentemente motivo de preocupación para los padres.  El temor a que el niño no coma de todo, le pueda sentar mal alguna cosa o no adquiera buenas costumbres desde pequeño está siempre presente. Esta sensación, unida a todo lo que hemos oído o nos han contado bien a través de terceros o incluso en los medios de comunicación provoca muchas dudas respecto a algunas cuestiones y supuestas incompatibilidades alimenticias. Aquí tenemos algunos mitos que vamos a aclarar:

“La leche, nunca con fruta”. Un mito sin justificación científica. Hay quien piensa que no se deben mezclar ambos alimentos, porque causaría molestias gastrointestinales. Pero no es cierto. De hecho, hay distintos productos en el mercado que mezclan leche y frutas. Y, si lo piensas, ¿de qué están hechos los mejores batidos? Exacto: de leche y frutas. Sí es cierto que hay algunas que combinan mejor que otras con la leche. Entre las que mejor lo hacen están el plátano, el melocotón y las fresas.

Tenemos la costumbre de poner siempre cacao a la leche porque, además de darle más sabor, se dice que es bueno. Así es.  No sólo porque le da un sabor muy rico, lo que favorece que los niños inapetentes tomen leche, sino por las propiedades nutritivas de este cacao instantáneo. Es bajo en grasas (tiene alrededor del 2,5%) porque se elabora con cacao desgrasado, y rico en hidratos de carbono (en torno al 75%), que proporcionan energía inmediata.  Pero, ¡Ojo! No hay que darle a nuestro hijo antes de que cumpla un año y medio o dos años, porque podría resultarle algo pesado de digerir.

“Si toma antibióticos, dale yogur”. Cierto. Está demostrado que la ingesta de antibióticos altera el equilibrio de la flora intestinal. Considerando que los niños son sensibles a sufrir numerosos procesos infecciosos y necesitan tomar estos medicamentos con relativa frecuencia, los yogures les serán muy beneficiosos para proteger la flora intestinal y estimular el sistema inmunológico, ya que son productos probióticos naturales. Se recomienda tomar uno o dos yogures durante el tratamiento con antibióticos y en los días posteriores al mismo.

“El pan engorda. Mejor no darle”. No se puede categorizar. Evidentemente sí que contiene calorías (cada 100 gramos de pan aportan 250 calorías) pero ni es el producto que más engorda ni conviene prescindir de él por sus propiedades. De hecho, el pan debe estar incluido en todas las dietas de los niños por su alto contenido en hidratos de carbono (que dan al niño buena parte de la energía que necesita) y porque potencia el sabor de los alimentos a los que acompaña, por lo que está indicado para niños inapetentes.  Evidentemente, no conviene abusar, pero desde que el niño tenga un año sí puede tomar una o dos rebanadas de pan blanco al día.

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