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Pasear con tu bebé (I)

Pasear con tu bebé (I)

Está probado que sacar a los bebés a pasear no sólo es saludable, sino recomendable. Los pediatras sostienen que el contacto de los pequeños con el medio que les rodea les ayudará a ser más abiertos y más despiertos. Desde un punto de vista médico, dejar que al bebé le den los rayos de sol le permitirá sintetizar la vitamina D, que fija el calcio a los huesos, así como desarrollar más anticuerpos, lo que le hará menos vulnerable a enfermedades y resfriados.

Los beneficios son constatables aún cuando el recién nacido permanezca dormido casi todo el tiempo, pues el movimiento del cochecito y su balanceo, el aire o el sol, los sonidos, son sensaciones que va incorporando como habituales. Y, en  lo que respecta a las madres, igualmente resulta beneficioso, especialmente en los primeros tiempos, cuando todavía no han retomado otras actividades y pasear al niño se convierte en una oportunidad para salir de casa y recuperar la vida diaria.

Los paseos son aconsejables prácticamente desde que nace el bebé, reportándole relax y recreación. Es cierto que generalmente se recomienda esperar unos días para sácalo a pasear, aunque no hay ninguna regla al respecto, siendo importante conocer la opinión del pediatra. Al principio, sólo 10 o 15 minutos de paseo en el cochecito son suficientes para que tanto la mamá como el bebé obtengan beneficios del aire libre. Además, el paseo también es una buena oportunidad para que el bebé se duerma más profundamente ya que el balanceo del cochecito puede contribuir a que se calme -y hasta estire un poco más la hora de la próxima mamada-.

En cuanto al tiempo y al lugar,  es importante que sea cerca de casa y que el paseo no dure demasiado, desarrollándose  en un ambiente tranquilo y no demasiado excitante para el bebé. Por ello conviene evitar los lugares muy concurridos o encerrados donde, tal vez, se fume o la novedad de un recién nacido provoque que todos quieran tocarlo o alzarlo, por no hablar de la probabilidad de que existan personas enfermas que puedan contagiar fácilmente al bebé.

Los primeros días bastará una vuelta alrededor de la manzana, aunque si la vivienda está muy céntrica habría que evitar las horas punta, cuando suele haber más ruidos y polución de la calle. Una visita a casa de familiares también es una buena opción, aunque no es buena idea pasar mucho tiempo en reuniones multitudinarias, ni siquiera en familia, porque tanto la mamá como el bebé necesitan tranquilidad para adaptarse mutuamente.