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Los niños de la Navidad?y la buena suerte

Los niños de la Navidad?y la buena suerte

Ya queda muy poco para el sorteo de la Lotería. El próximo jueves, 22 de diciembre, volveremos a escuchar la voz de los niños más famosos de La Navidad, los del Colegio San Ildefonso, que serán un año más los protagonistas de una tradición que se remonta al 9 de marzo de 1771, aunque aquel primer sorteo no fue con  bolas, sino con hojas de papel que llevaban escritos los diversos números.

Fue concretamente el niño Diego López quien ese día cantó los cinco números premiados de la Lotería ante el fundador de este popular juego de azar, el Rey Carlos III, y el entonces secretario de Hacienda, Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache. Pero, ¿Por qué los niños de San Ildefonso?

La razón del por qué ha sido siempre una incógnita. Algunos escritos afirman que los niños del Colegio San Ildefonso, que hasta el comienzo de la democracia fue un orfanato, eran los encargados de cantar los premios en las plazas de las ciudades y pueblos.

El colegio

El colegio de San Ildefonso, enclavado en el corazón del Madrid de los Austrias, fue fundado a mediados del siglo XV como una institución pagada por el Ayuntamiento de la ciudad para servir de acogida a niños huérfanos. Niños que han crecido cantando números de lotería; desde que se creó el sorteo, sus manos inocentes han sido las encargadas de extraer las bolas, y sus particulares voces han llevado la felicidad a miles de hogares españoles.

Hoy, el centro consta de un internado, que el Ayuntamiento sigue subvencionando en su totalidad, y un colegio de Enseñanza Primaria y Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), que depende del Ministerio de Educación. Pero las cosas han cambiado y la orfandad ya no es un requisito obligatorio para entrar en el San Ildefonso: ser vecino de Madrid y pertenecer a una familia con pocos recursos económicos son las únicas condiciones exigidas.

La selección de los niños

La selección de los niños encargados de cantar los números de la lotería no es algo aleatorio. Desde el colegio se selecciona bien a los protagonistas. El requisito fundamental es dominar bien la lectura como para contener los nervios que te envuelven al comprobar que tienes el primer premio en tus manos. Dos meses antes de Navidad, los alumnos del colegio de San Ildefonso dedican una hora cada día a ensayar para el sorteo. Como son ocho tablas, participan 32 niños, cuatro por cada tabla. De esos cuatro, dos extraen las bolas del número y el premio, y los otros dos cantan, uno el número y otro el premio.

Los orígenes de la lotería

Su origen se remonta a la época de las Cortes de Cádiz, cuando el ministro de la Cámara de Indias pensó en ella como un medio para aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes. El primer sorteo se celebró el 18 de diciembre de 1812. Recibió el nombre de ‘Lotería Moderna’, para diferenciarla de la ‘Lotería Primitiva’ iniciada por el Marqués de Esquilache. El nombre de ‘Sorteo de Navidad’ no llegó hasta el 23 de diciembre de 1892 y cinco años después esta denominación ya aparecía impresa en los boletos.

Desde el primer sorteo, fueron los niños de San Ildefonso los encargados de cantar los números, que hasta 1913 estaban impresos en papeles. A partir de esta fecha, se implantó el sistema de bombos y bolas de madera que se sigue utilizando hoy.