El estrés escolar: una asignatura pendiente

El estrés no es exclusivo del adulto, también se presenta en las etapas más tempranas de la vida, como en la niñez. La familia, las amistades…y el colegio pueden suponer un factor importante de estrés para nuestros hijos. El miedo a fallar en los exámenes, el exceso de deberes, la autoexigencia por ser un alumno destacado, la falta de tiempo para jugar por la sobrecarga de actividades extraescolares…son factores que favorecen a aumentar el estrés.

Sin embargo, si hablamos del estrés producido en el colegio, tampoco hay que que olvidar que el ambiente escolar ofrece una gran oportunidad a los niños de asumir obligaciones que irán incorporando, sin perder ese privilegio de la infancia. En este punto los especialistas insisten en la importancia de que nos comuniquemos con nuestros hijos para reforzar la importancia del esfuerzo personal, aunque siempre con delicadeza y paciencia.

Los especialistas también subrayan que con la actividad escolar surge otra oportunidad de inculcar valores éticos y sociales, como el trabajo en equipo con los futuros compañeros, que enseña una actitud colaborativa y no solo competitiva con el otro. Además, las primeras relaciones de los niños se crean en la escuela, y se ha de conseguir que estos las vivan de una manera sana, de forma autocontrolada y no con el estrés que genera tener muchas expectativas, como nos ocurre muchas veces a los adultos.

Cuando hablamos de niños y de estrés, las recetas para ayudarles a que lo superen son acompañamiento, afecto y comunicación, sin olvidar la importancia de una alimentación sana, desterrando conductas adictivas que pueden condicionar la actividad diaria de los niños.