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El bullying o acoso escolar

El bullying o acoso escolar

El bullying (término que viene originariamente del holandés y significa “torear a una persona, castigarle no dejarle vivir en el colegio”) continúa siendo un problema de primer orden en los colegios y centros educativos. De hecho, de los 600.000 jóvenes que se suicidan en Europa al año, el 50% lo hacen por sufrir acoso escolar. En el caso de España,  el 17% de los alumnos acosados ha intentado suicidarse en nuestro país, que figura como el cuarto de Europa en número de casos de maltrato.      

El acoso escolar no es una simple pelea o una situación puntual, sino que implica un maltrato reiterado en el tiempo por alguien más fuerte física o psicológicamente. Como hemos dicho, no se trata de un problema menor, ni por la cantidad de menores que están afectados ni por las consecuencias que puede tener. De hecho, el bullying puede derivar en trastornos en el desarrollo, problemas psicológicos y de salud por parte de la víctima.

El bullying no corresponde a un patrón concreto de conducta, sino que puede hacerse de distintas formas: bloqueo social, hostigamiento, amenazas, coacciones, intimidación, exclusión social y, cada vez más, agresiones físicas y sexuales. En cuanto a los tipos de acoso, los expertos distinguen seis grupos: físico, verbal, sexual, psicológico (el más grave, ya que no se ve y permanece en la mente de la víctima), exclusión social (el acosador no deja participar al acosado de sus actividades sociales o relacionales cotidianas) y cibernético o ciberbullying.

Cabe tener una atención especial respecto a este último, por la dificultad de detectarlo.  Al respecto, los expertos aconsejan concienciar a los niños sobre la necesidad de que no hagan en internet aquello que no haría en vida real. No obstante, y debido a su cada vez mayor frecuencia, se aconseja a los padres dos medidas concretas: Instalar programas especiales que permitan controlar la actividad de sus hijos frente al ordenador; y obligar a nuestro  hijo a que se conecte a la red en un entorno donde haya más adultos que puedan detectar este acoso.

En cuanto al acosador, lo es porque busca el reconocimiento, reclama atención y no conoce otro modelo de relación que el de hacer la vida imposible al otro con insultos, a través de la exclusión o a través del menosprecio. En este sentido, más que de acosador habría que hablar de víctima.

Signos para detectar el acoso escolar

Hay diez síntomas o signos que el entorno del niño o del joven han de tener en cuenta para detectar el acoso escolar. Si se cumplen tres de ellos, podemos estar prácticamente seguros de que el niño sufre bullying:

-Que el niño deje de ir al colegio

-Que cuando llegue el lunes diga que se encuentre mal alegando vómitos, diarreas…que son reales, pero que se producen como consecuencia del miedo que tiene por ir al colegio y encontrarse con el acosador.

-Que se le olviden las cosas (realmente se las han robado).

-Que llegue herido o magullado a casa.

-Que no quiera relacionarse con los demás

-Que insulte a otros compañeros de forma habitual.

-Que se avergüence de sus posibles diferencias físicas o psicológicas con los demás.

-Que esté deprimido y no comporte de la forma habitual.

-Que el niño de repente comience a suspender todas las asignaturas de forma continuada.