¿Por qué los regalos son tan importantes para los niños?
Con la Navidad y la llegada de los Reyes Magos vuestros hijos seguro que han recibido una gran cantidad de regalos. Más allá de haber acertado con el juguete perfecto o con independencia de la cantidad de dinero que nos hayamos gastado, hay que darle importancia al componente emocional de cada regalo. Por encima del valor material, que evidentemente es importante para la economía familiar, el valor sentimental es lo que debe prevalecer, tanto para los padres como para los propios hijos.
Y es que los regalos permiten a los niños expresar su emoción, sorprenderse y disfrutar. Cada regalo brinda al niño la satisfacción de tener en sus manos eso que tanto había deseado y esperado a lo largo del año y que ahora, por fin, ya ha conseguido y es suyo.
Los juguetes siempre han desempeñado un papel muy importante en la vida de los niños, sobre todo porque les ayudan a jugar, algo fundamental para su desarrollo físico y emocional. Además, según su diseño, funcionalidad y características los juguetes cumplen distintas funciones: desarrollar habilidades mentales y/o psicomotrices, estimular la vertiente creativa, trabajar en equipo, tomar decisiones en conjunto, compartir responsabilidades, etc.
Es importante que los padres no sólo dediquen parte de su tiempo a disfrutar con sus hijos probando el último modelo robot o retándole en un juego de mesa, sino que también les enseñen a valorar esos regalos y hacerles comprender que ese mero objeto o pasatiempo tiene un coste económico y sentimental. Hay que educarles para que sepan valorar las cosas y las cuiden, no cayendo en la dejadez y el hastío ante la gran cantidad de juguetes y posibilidades que tienen.
Nunca menospreciéis la importancia de figuras como Papá Noel o Los Reyes Magos, pues dotan a los regalos de un componente de fantasía e imaginación que terminan siendo un ingrediente fundamental para que el niño disfrute con su regalo. Recordad que los niños necesitan tener siempre un espacio donde la fantasía se mezcle con la realidad, pues ello les ayudará durante la infancia a ir conociendo y entendiendo el mundo que les rodea.
